domingo, 14 de mayo de 2017

Negacionismo científico

Independientemente del concepto más o menos lato que tengamos de Ciencia, negar la misma entraña peligros evidentes y previsibles. Cuando llegué a este espectacular país, biodiverso natural y culturalmente, fui atraido por su política científica impulsada por la Revolución Ciudadana liderada por Rafael Correa. Como muchos otros dejé mi país miles de kilómetros atrás para emprender la aventura de la Ciencia. Actualmente estoy inmerso de lleno en esa mentalidad, en la amazonía ecuatoriana y en una universidad de Ciencias de la vida y de la tierra por lo que la burbuja científica me protege. Sin embargo, no siempre ha sido así y desde el comienzo he contemplado con estupor algunas lagunas, brechas del conocimiento observadas en entornos próximos, por suerte no generalizados aún. 

En primer lugar, me llamó la atención que se hable más de Epistemología y no de Gnoseología. Formado en la teoría del cierre categorial de Gustavo Bueno me resulta filosóficamente desenfocado insistir en la Epistemología (teoría del conocimiento "verdadero"?) y no tanto en la Teoría de la Ciencia (Gnoseología) más necesario que nunca en tiempos de negacionismo científico. Para que se hagan una idea de lo peligroso que puede llegar a ser el negacionismo científico pueden leer una pléyade de noticias en internet sobre el apoyo de Donald Trump a los negacionistas del cambio climático (apenas el 3% de los científicos niega el cambio climático y el hecho de que sea antropogénico). 

También me resultó peculiar la forma en que muchas personas entendían la "integración de saberes" y aprovechan este eje central de la política de la sociedad del conocimiento como una huida hacia atrás y una forma más de rechazo al saber que la ciencia nos proporciona. Nada más lejos de la idea de integración entre ambas formas de conocimiento. El efecto Dunning-Kruger parece explicar esta visión sesgada. 

Asimismo, escuché por primera vez, confieso mi ignorancia en este punto, el concepto "colonialismo cognitivo" que partiendo de una premisa legítima como es el dominio anglosajón y occidental en las ciencias, lleva a un salto inferencial insostenible e insustentable, a saber, el conocimiento milenario que transmitieron los filósofos clásicos de la Ciencia con una visión universalista y de progreso se antoja ahora invalido y no fiable; habría que hacer aquí un relato casi interminable de todos los avances científicos y tecnológicos de la historia de la humanidad. En serio nos queremos amparar en el colonialismo "cognitivo" (suponiendo que tal constructo sea definible y medible) para negar la ciencia ¡?

Otra de las barbaridades que han captado mis sentidos ha sido la de escuchar que la "ciencia es neoliberal" o que responde exclusivamente a criterios de mercado. Por esa misma argumentación no exenta de una verdad parcial el método científico no sería válido para contrastar y testear el trabajo de millones de experimentos que se producen en el mundo y los estándares de calidad que establecen las revistas no serían elementos que permitieran la depuración y confirmación o contrastación de teorías, al menos en los últimos 50 años ¿Deberíamos retroceder en esos logros tecnológicos? ¿Cómo deberíamos proceder en tal caso? Los avances en industria farmacéutica, indudablemente sospechosa número 1 de estar afectada por el mercado no se supeditan en un 100% a estas reglas del juego sino a su potencial para curar y prevenir enfermedades lo que indudablemente sólo se logra usando el método científico. En otros tiempos, hubieran causado hilaridad tales argumentos a la cúpula soviética, sin los avances de la ciencia soviética, nada sospechosa de neoliberal, muchos descubrimientos y conocimiento actual de la humanidad no hubiera sido posible. 

Sin duda, lo más preocupante es la intrusión en el mundo académico (universitario) de la pseudociencia, el negacionismo científico y lo que se ha denominado "pseudoescepticismo" cual triada evolutiva regresiva de nuestra civilización. A finales del siglo pasado comienzos de este se popularizaron las formas de conocimiento supuestamente científico que se abrían paso como "nuevas ciencias"  o disciplinas al amparo de ciencias híbridas como la Neurociencia (PNL, es un ejemplo vivo) esta aparente evolución como extensión de lo que entendemos como "ciencia" (en el sentido germánico de Wissenschaft ) ha llevado a una proliferación de paradisciplinas que en este caso sí campan a sus anchas en el mundo de la mercadotecnia. Actualmente se ha impuesto como fruto del devenir sociológico una suerte de "neoescepticismo" que es en realidad "pseudoescepticismo" (Torcello,2016) que arrasa en las redes sociales y el estercolero mediático sin control de calidad alguno que sólo amplifica novedades sin análisis de contenidos o de fuentes. No sólo es preocupante el abandono del método científico como proceso indispensable para determinar lo veraz de lo falaz sino que también es la ausencia de rigor y de criterio de lo que se divulga. Más que nunca es necesario que los alumnos tengan conocimientos de Teoría de la Ciencia y puedan adoptar una perspectiva crítica de las diferentes disciplinas del conocimiento existentes. 





"No quiero volver al pasado" dice Michael Specter y yo me suscribo

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